Llega el invierno, y con él, el mal tiempo. Hasta ahora, el otoño, al menos en esta parte, ha sido bastante benévolo, y más que una estación de transición entre el verano y el invierno, ha parecido casi una prolongación de la época estival. Pero ya por fín (al menos para los que nos gusta el invierno), parece que empieza a refrescar y aparecen las lluvias de manera más continuada.

Apartir de aquí, empiezan las excusas para no disfrutar del tiempo libre con nuestros compañeros de cuatro patas. Aparecen los «es que está lloviendo, no puedo jugar con mi perro en la calle», «con el frío que hace, no podemos disfrutar de los paseos», «con este mal tiempo, el perro y yo nos aburrimos», y un sin fin de excusas más o menos ingeniosas que nos dan la sensación de que deberíamos invernar y esperar a la primavera para volver a jugar y disfrutar con ellos. Es cierto que el mal tiempo hace que nos dé más pereza salir a pasear, incluso que sea desapacible, pero todo tiene su encanto, tenemos que aprender a encontrarlo, y nuestros perros deben salir. Y si no es posible como en otras ocasiones, debemos realizar alguna actividad dentro de casa con ellos.
Para estos días en los que jugar en la calle y dar largos paseos (más allá de hacer sus necesidades fisiológicas básicas) parece casi una misión imposible, los trabajos de olfato vienen muy bien. Como hemos comentado en otras ocasiones, el trabajar el olfato con nuestros perros, ofrece una gran cantidad de beneficios para nuestros compañeros. No es necesario que sean grandes trabajos, ni necesitamos casas enormes, ni grandes inversiones de tiempo. Con 15-30 minutos de olfato (si no dispones de 30 minutos al día para dedicar a tu perro, quizás no deberías tener perro, deberías planteártelo…) es suficiente para interactuar con ellos, de manera lúdica y divertida.
¿Cómo saciar esa necesidad y disfrutar con ellos en casa?
No necesitas de grandes artilugios ni espacios. Si ya practicas algún tipo de trabajo de olfato con tu perro, es simplemente, adaptarte al espacio de tu casa. Un par de vasos de plástico, un par de cajitas de cartón o de botes y un puñado de premios serán más que suficiente.
Si no aún no trabajas el olfato con tu perro, te aconsejo que empieces. Verás que divertido es.
Aunque a mí, particularmente, no me gusta que los perros busquen comida, en el mercado, existen unos artilugios llamados «Alfombras olfativas», que puedes comprar o incluso hacerlos tú mismo. Si quieres fabricártelas tú, hay un montón de tutoriales, y si por el contrario prefieres comprarlas, tienes también muchas opciones en internet. En el caso de decidirte a comprarla, te aconsejo que busques porque hay algunas protectoras que las venden, y así ayudarías al sostenimiento de estas. En ellas se esconden premios, y el perro tendrá que encontrarlos a través del olfato. Simula la hierba alta que los perros olisquean cuando salen a los jardines.

Otra opción muy divertida, es rellenar una caja de cartón con papeles de periódico, y lanzar en ella algunos premios. El perro no tardará en comprender que debe meter el hocico y encontrar los premios si quiere conseguirlos. Más adelante puedes rellenarla con otros objetos y aprovechar para trabajar algunos otros aspectos.

La opción que menos me gusta, es la de repartir premios por el suelo de la casa y hacer que el perro los vaya encontrando, pero también puede ser una opción valida.
El «juego del trilero», es otra opción muy interesante, utilizaremos tres vasos de plástico, y emulando a los timadores callejeros, esconderemos en uno de ellos un premio, y trendrá que ser el perro quien através de su olfato lo encuentre.

Si además hay niños en la casa, podemos hacer que se escondan y que el perro les encuentre, para jugar con ellos.
En el caso de que ya estemos iniciados en alguna actividad de olfato y búsqueda con perro, lo tenemos mucho más fácil. Será trasladar los ejercicios de detección que hacemos en la calle, al interior de nuestras casas.
Son sólo algunas ideas de las muchas que podemos hacer si no queremos limitarnos a tardes de sofá y televisión con nuestros peludos. Ellos nos lo agradecerán.

Autor: Jaime Alonso Borde
Dibujo del encabezado, obtenido de Internet
Me encanta, siempre aprendo cosas nuevas contigo, esperando al siguiente post.
Gracias Eva.
Un abrazo.